Tangkas y Paubhas: Pinturas religiosas en Tíbet y Nepal

¿Sabes qué tienen en común Tibet y Nepal además del continente que les ampara? Pues que sus montañas casi pueden rozar el cielo. Junto con Bután, estos 2 países tienen una ruta llamada “Las Montañas de Buda”. 

No sé si será porque están mucho más cerca del cielo que la mayoría de los sitios del mundo, pero los ciudadanos de estos pueblos tienen una muy fuerte práctica religiosa en su día a día. Veneran a varios dioses o budas a los que dedican palacios imponentes y rezos frecuentes.

Otro día hablaremos de los palacios que podemos encontrar en centro y sudeste asiático pero el tema que nos ocupa hoy está más relacionado con el arte y es que, debido a este fervor religioso, ha trascendido hasta nuestros tiempo desde hace más de dos milenios una serie de pinturas dedicadas a estos dioses. En la zona del Tíbet, se llaman los Tangkas -de Tang = plano o superficie y Kha = pintura o pintura de dioses-, en cambio en Nepal se les conoce como Pauhba.

Tangkas: Una representación a todo color

Aunque mayoritariamente sean representaciones de dioses, es cierto que puedes encontrar Tangkas dedicados a bodhisativas o guardianes del dharma, pero siempre tendrá relación con la religión budista.

Suelen estar creadas sobre seda, tela o incluso algodón  y suelen representar cotidianidad o labores que hace una persona en su día a día. Se suele colocar a la deidad o figura más importante en el centro y a su alrededor se representan otras variaciones suyas.

Verás que en internet podréis comprar algunos de ellos pero normalmente se utilizan para vestir templos budistas, al igual que puede hacer cualquier iglesia católica con sus tapices, o para ser enrollado en las vestimentas de los monjes.

Os dejo un ejemplo para que os imaginéis cómo sería llevar algo así puesto, con un diseño parecido:

Sacado de Ebay

Según la guía de la exposición sobre pintura tibetana que llevó a cabo la Embajada China en Perú se explicaba que:  

“La Tangka, según los materiales con que está confeccionada, se clasifica en dos tipos . Uno se llama «Kuitang», cuyos dibujos se obtienen después de coser los trozos de telas de seda o raso bordados, trenzados o pegados, o a través de la impresión a color con planchas xilográficas. El segundo tipo se llama «Chitang», que son obras dibujadas en telas con colorantes. El «Chitang» se divide en «Tang dorado», «Tang rojo» y «Tang negro» según los pigmentos del fondo.”

Un ejemplo de este arte que ha impactado más a occidente son los Mandalas, que suelen ser utilizados para prácticas budistas como la meditación y que representan figuras y símbolos abstractos de diferentes colores.

Paubha: La unión del budismo con el hinduísmo

Algunos datos históricos datan el primer Paubha alrededor del siglo XI, 16 siglos más tarde que la creación de los Tangkas. Se conoce que viene de una antigua tradición que tenían los Newars de la época.

En una entrevista de El Magazin Cultural a Ujay Bajracharya, artista Pauhba, contaba que la creación de estas piezas es un modo de meditación, un momento de veneración a los dioses y que, por ello, todos los artistas tenían que pasar por un proceso de “purificación” que consistía en:

  • Raparte la cabeza como forma de dejar atrás el pasado y aumentar la espiritualidad (muy cercano aunque diferente al Tonsura católico)
  • Cortarte las uñas de las manos
  • Hacer una ceremonia con el sacerdote con el objetivo de bendecir el lienzo

 Según las creencias del Hinduismo y el Budismo sobre esta práctica, las pinturas de Paubha se consideran un arte sagrado y el individuo que las pinta se considera un ser celestial, a pesar de ser un sujeto material, lleno de propiedades celestiales.

El objetivo de todo seguidor de Buda es, al fin y al cabo, llegar a la iluminación, llegar al llamado “Estado de Budeidad” en el que te liberas de todo lo malo del mundo y te conviertes en un ser de luz. El arte Paubha al explicar y representar este camino hacia la Budeidad ayuda al practicante a lograrlo.


Realmente es un arte lleno de matices, detalles y ornamentos que cuando estás frente a uno de ellos, no sabes ni donde mirar y cada vista parece que descubres una nueva forma de disfrutar la pieza.

Os invito a profundizar más allá de los famosos mandalas y os adentréis en esta cultura asiática tan interesante. Ojalá que este artículo te haya valido al menos para despertar un puntito de interés.

Nos vemos en otra.

बाइ

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