Parece que cuando hablamos de Judaísmo y Alemania en una misma frase, nuestra cabeza nos lleva a pensar en el Holocausto, la brutal masacre que sufrió este pueblo por el hecho de tener un físico determinado, apoyar a un Dios concreto o, simplemente, ser diferente.
Pero los judíos han sido una comunidad importante para el pueblo germano. De hecho, en 2021 se celebra una fecha redonda. Han pasado 1.700 años desde la primera evidencia de vida de un judío en Alemania. El emperador Constantino permitió a los judíos acceder a los concilios de la ciudad, por lo tanto, aunque puede haber sido anterior, es la evidencia más antigua que podemos encontrar.
La comunidad Schum
Al suroeste de Alemania, entre las ciudades de Frankfurt y Stuttgart se encuentra un trío de ciudades que se convirtieron en la cuna del judaísmo en toda Europa.
Estas ciudades son Mainz, Speyer y Worms. Se sitúan a orillas del río Rin y, aún a día de hoy, siguen teniendo restos de ese asentimiento judío, ya que estuvieron durante 900 años. Imaginaos. ¡Más que los árabes en tierras de la península!
Estas tres ciudades dieron lugar a las comunidades Schum, de SCH (Schpira o Speyer), U (U=Waw, Warmaisa o Worms) y M (Magenza o Mainz).
Restos del Judaísmo en Speyer, Worms y Mainz
En Speyer podemos encontrar una sinagoga medieval que se remonta al año 1104 que tiene una Mikve o piscina construída antes del año 1128.
En el caso de Worms, podemos encontrar un cementerio con el nombre de «Tierra Santa» que data aproximadamente del año 1030-1040, en el que, como dato curioso, no pueden entrar los hombres a menos que tengan la cabeza cubierta. Así que, si la visitáis, recordad llevar un gorro o un sombrero.
Como veis, sigue presente en esta ciudad la historia a día de hoy, tanto es así, que si echáis un ojo por el suelo de la ciudad podréis encontrar adoquines que se han convertido en chapas con nombres, apellidos y fechas que conmemoran a las víctimas en el Holocausto. Un artista local se ha dedicado a ponerlas enfrente de la casa de las personas para dotar de humanidad cada pieza.
Finalmente, la ciudad de Mainz es la actualmente conserva menos restos de esa comunidad Shum, al fin y al cabo es una ciudad más grande y situada más al norte que las otras dos. Pero varios siglos atrás era una ciudad en la que profesores y estudiantes disfrutaban de la vida religiosa y cultural que esta le aportaba.
Una última curiosidad, si visitáis la ciudad de Mainz podréis ver una sinagoga muy moderna junto a un trozo antiguo en el cesped. Se trata de la nueva sinagoga, que data del año 2011, solo 10 años atrás, a la que, para guardar su esencia, se le añadió esta pieza de la sinagoga antigua que ocupaba ese lugar.
Espero haberos aportado otra visión de la comunidad judía en Alemania, más allá de la barbarie que sufrió en el siglo pasado. Si hacéis un viaje por el suroeste de Alemania, no os olvidéis de visitar estas tres ciudades tan cargadas de historia.
Y por supuesto, nos lo contáis. ¡Nos vemos!
שָׁלוֹם