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Si alguno ha tenido la suerte de pasear (por supuesto, en época pre-pandemia) por este país atravesado por el río Bósforo, se habrá dado cuenta de que las heladerías tienen unos “personajes” muy característicos que sirven helados de cucurucho con un palo largo que hacen girar y girar, favoreciendo la risa de los paseantes y del consumidor. Si no sabes de que te estoy hablando, te invito a ver primero este vídeo.
En este artículo desvelaremos más detalles sobre la fama que han cogido estas personas y su producto estrella. ¿Estás sentado y tienes preparado tu çay? Pues comenzamos.
En Turquía no se hace cualquier helado
La verdad es que revisando la historia del helado no queda muy claro de donde proviene este refrescante alimento, algunos dicen que Nerón mezclaba nieve con frutas y otros que los chinos antes de Jesucristo ya mezclaban miel con frutas y la nieve de las montañas para hacerlos.
Pero, en este caso, no hablamos de un helado como estamos acostumbrados a ver, ya que en Turquía los helados esconden un ingrediente secreto, el sahlep o salebi, que proviene de una frase en lengua árabe que significa «testículos de zorro» o en otras ocasiones el sakız, estos ingredientes contiene un tipo de almidón especial que le da al dondurma (helado en turco) una elasticidad que la hace característica.
Con este ingrediente, crean el famoso Maraş dondurması, de Maraş (nombre antiguo de la provincia turca de Kahramanmaraş) y dondurma, helado.
¿Cómo nació el helado turco?
Según cuenta la historia, quizás leyenda, se dieron cuenta de que la leche de las cabras, al comer las flores que estas montañas hacían florecer, producían un sabor distinto al habitual.
¿Cómo se dieron cuenta de esto? Pues porque un señor llamado Osman Aga de Marash, que trabajaba vendiendo orquídeas a los palacios otomanos y nobles cercanos a esta tierra, un día guardó el salebi sobrante de sus entregas con una mezcla de azúcar y leche. Cuando miró al día siguiente, notó el cambio en la consistencia del salebi.
Se dio cuenta que la mezcla de leche, azúcar y salebi ganaba densidad y se alargaba como un chicle. Primero lo probó y se dio cuenta de que era un sabor diferente, y después de que muchas personas en su entorno, tras probarlo les gustó mucho esta nueva comida.
¿Cuál es el estado actual del helado de Turquía?
Este sabor específico ha hecho que varios expertos en gastronomía recomienden ir a la capital turca a probarlos. Entre este aspecto y la fama que han cogido los vendedores callejeros de helado en Turquía, que han atraído a muchos turistas, el sabor del Maraş dondurması ya no conoce fronteras y ha traspasado más allá del borde del país turco.
De hecho, teniendo en cuenta este boom del helado, una empresa llamada MADO (que viene de las iniciales de Maraş dondurması) comercializa este producto con técnicas modernas. Pero sin perder en ningún momento el apartado de producir la leche de forma natural, de hecho tienen una granja destinada a la crianza de cabras para la producción de leche de cabra y otros productos lácteos o locales.
Como todo en esta vida, tiene sus detractores
Parece ser que estos heladeros suscitan algunas ampollas entre los habitantes de Estambul que no son turistas. Tachan a estos vendedores de “bordes” o “estúpidos” debido al trato que les dan a todas las personas, incluso a aquellas que solamente quieren un helado.
Además, un producto local que proviene de tierras turcas, ha perdido la magia artesanal con la que se hacía antes este producto.
Algo que coge fama, termina teniendo parte positiva y negativa como todo. Pero yo, personalmente, te invito a probar este Maraş dondurması.
Hasta aquí la historia de los heladeros y los helados en Turquía. Espero que hayas disfrutado y que hayas terminado tu çay, que no se quede frío.
Güle güle!